domingo, 29 de mayo de 2011

¿CÓMO PODEMOS DISCREPAR SIN ENFRENTARNOS? (1ª parte)

Estoy seguro que todos deseamos salir bien parados de cualquier discusión por pequeña que sea, sin embargo, mal gestionada puede traer consecuencias negativas y también positivas si se resuelve con habilidad y sentido positivo.

Como referencia y recomendación podéis leer Un conflicto en una oportunidad. Es actualmente el 4º post más leído del blog por entender que el conflicto bien resuelto desde el aprendizaje personal, es una oportunidad para crecer y tener más perspectivas.

Conflictos veo y vivo todos los días especialmente en nuestras formaciones con técnicas teatrales, cuando los participantes nos cuentan sus experiencias. Por ejemplo, en reuniones estratégicas donde las propuestas que se presentan no siempre hay consenso entre los presentes (consejos con 15 personas, no es sano!). En muchas de estas reuniones en las empresas y también en muchas relaciones, la discrepancia no solo no es bienvenida, sino que es temida (¡lastima la falta de coraje!).

Nos cuentan que hay personas discretas que no presentan la más mínima objeción aunque sus caras digan lo contrario. ¿Cuántas veces habéis oído aquello, el jefe siempre tiene razón?. Desafortunadamente estas personas (casi siempre veteranos) lo viven como un factor de potencial desestabilizador del grupo o de la relación, y evitan siempre que se puede el conflicto. Miedo al fin y al cabo (comprensible aunque inadmisible por falta de integridad)

Sin embargo nosotros en Di Towanda no la entendemos como peligrosa sino más bien al contrario. Entendemos que es necesario escuchar a todas las partes sin la necesidad de enfrentarnos en lo personal. Tenemos claro que es mejor discrepar y ver las perspectivas sin llegar a resolverla, que resolver la cuestión por narices sin debatirlo eficazmente. Es más, no creo en el valor de estar todos de acuerdo a la primera porque estimo que hay un valor enorme, sobre todo emocional en la discrepancia (a veces se discrepa por detrás)

Concretamente Toni y yo como responsables de Di Towanda nos permitimos cuestionarnos muchísimo, para qué hacemos lo que hacemos en formación, como vía para explorar nuevos caminos y resolver los viejos problemas mentales de quedarse en lo bueno conocido. Entendemos y llegamos a la conclusión que lo que nos hace crecer, es hablar proactivamente entre nosotros como equipo, de metodologías, personas, comportamientos y conductas para crecer intelectualmente a nivel individual y colectivo. Funciona!

Entonces ¿Por qué tantas veces la tememos o la evitamos?. Una y otra vez me arriesgaré a decir que es uno mismo quien se defiende de sus miedos (de entrar en conflicto) y no tanto del tema de discusión. Algunas veces he escrito en el blog que nuestras reacciones emocionales nos hacen caer en discusiones no por el desacuerdo sino por cómo lo ha dicho el otro.

Para que el conflicto no entre en erupción, es importante darse cuenta de la importancia de no emitir juicios personales, ni atacar verbalmente al otro porque si no la guerra está servida. Una cosa es la primera impresión (información) y otra es juzgar sin saber si nuestro juicio es cierto. Por experiencia en mis relaciones cuando alguien levanta la voz con ataques personales y falta de respeto puede perder hasta la razón por falta de saber expresar qué y cómo te sientes. Luego vienen los arrepentimientos sinceros o de miedo a perder relaciones.

Así pues la clave está en el impacto emocional de nuestras actitudes que se traducen en palabras (hay palabras hirientes que también tiene lo suyo). No es el desacuerdo lo que nos hace discutir. Es el sentirnos ofendidos, atacados, menospreciados, o cualquier otro sentimiento que se desprenda de la manera en que nos hablan.

Por ello discrepa, salta desde el corazón, sé noble y comparte con los demás además de dejarte influenciar por los pensamientos de los demás, quizá descubras un tesoro. La semana que viene continuaré con la segunda parte de este interesante con el complemento de vuestros comentarios que espero sean abundantes.

¡Dos no discuten, si uno no quiere!

P.D. aquí tienes la segunda parte. Sígueme en @DrMartos para tweets de tu interés.

10 comentarios:

  1. Hola Diego,
    Me gusta tu post,
    Estoy de acuerdo en que muchas veces hay situaciones en las que nos quedamos callados y no opinamos por miedo a la reacción del otro. También pudiera ser por miedo a perder el puesto de trabajo, por la necesidad económica, o por una estrategia pensada y planificada previamente que no necesariamente la conoce el resto. Hay muchas razones por las cuales ocultamos nuestros pensamientos y sentimientos.
    Cuando tomamos una decisión es fundamental ser consecuente con la misma, sea que nos quedamos callados o hablamos, lo que pasa es que como tú lo comentas, muchas veces tomamos decisiones de las que no somos completamente conscientes.
    Adicionalmente, la emoción que se generó por la decisión tomada (consciente o inconscientemente) es importante reconocerla y vivirla, sacarla de nuestro organismo, expresándola de alguna manera.
    También quiero agregar que cuando hay una discrepancia o discusión es una buena herramienta, buscar puntos en común e intereses de la otra parte. Como los intereses normalmente están ocultos, para encontrar los intereses de los demás es importante expresar primero los nuestros.
    Por último pienso que también ayuda, el identificar si eres una persona afiliativa o estructurada. ¿A qué le das más importancia en un conflicto, a la estructura de la discusión o a la afiliación de las partes? Y ¿A qué le da importancia la otra parte?
    Pienso que la manera más eficaz de crecer es conocerte y vivir las emociones según van ocurriendo en tu vida y para ello hay que saber reconocerlas en el momento.
    Gracias por compartir tu Post!
    Saludos,

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  2. Genial post Diego, brillante tema. Es increíble como las personas por no saber expresar sentimientos ó pensamientos no los expresa por miedo a confrontar ó discutir. Es una auténtica lástima porque si las cosas se hablarían naturalmente y no se tomaran de la otra parte como algo personal, estoy convencido que la vida sería mucho más fácil para la mayoría.
    Ahora a esperar la segunda parte!.
    Un abrazo.

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  3. ...Acabo de leer tu artículo, Diego. Como publicaste el título -que no sabía que era un enlace- en Coaching para VIVIR MEJOR, y todavía no estoy muy ducha en Linkedin, creí que era el título de un debate que abrías... ¡Y vaya si lo habías abierto y cerrado con el estupendo artículo del blog! :) ¡Muchas felicidades!

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  4. Gracias Isabel por tu visita. La única razón por la cual escondemos nuestros pensamientos y opiniones es por miedo. Miedo a qué dirán.

    Como bien dices aprender a reconocer y expresar emociones además de conocerte en tus conductas es fundamental para relacionarnos y estar conectados a través de la empatia, asertividad, escucha, rapport, etc.

    Un abrazo grande!

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  5. Gracias Germán por tu fidelidad al blog, me encanta!

    Como bien dices la autenticidad no es algo muy frecuente en las relaciones así que entiendo que a veces se agiten las tertulias, debates, etc para ver como sale parte de nuestro descaro.

    Desafortunadamente cuidamos demasiado la imagen en perjuicio del descaro que es algo que gusta mucho cuando lo haces desde el respeto y las habilidades sociales.

    Un abrazo consejero y hasta pronto!

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  6. María que alegría tenerte en el blog y participando.

    Como bien haces todos los días desde el COACHING PARA VIVIR MEJOR el debatir, persuadir, enamorar, conquistar son acciones fundamentales que bien hechas desde el respeto dan un juego maravilloso en nuestras relaciones.

    Me alegro que el debate haya funcionado, especialmente por linkedin que ya van cerca de 24 comentarios que hay que responder.

    Besos grandes!

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  7. Hola Diego:
    Claro e inspirador, ya lo creo. El conflicto suele ser visto como una amenaza de la posición, es decir como algo personal. Aqui convendría aplicar aquello que de la discusión sale la luz a pesar de que, como indicas, muchos siguen aplicando eso de que "prefiero ser dueño de mis silencios que esclavo de mis palabras". En fin, todo un mundo.
    Un abrazo.

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  8. Gracias Josep Julián, que lujo tus visitas!

    Cantaba Serrat unos párrafos de Machado que creo que ilustran muy bien nuestro foro en el blog.

    Todo pasa y todo queda,
    pero lo nuestro es pasar,
    pasar haciendo caminos,
    caminos sobre la mar.

    Un abrazo y gracias por participar.

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  9. Que BONITO, es impresionante. Cuando te ves inmerso en una discusión sin límites donde los egos sólo quieren llevar la razón por el hecho de llevarla, y, donde las jerarquías quieren imponer su voluntad, de no molestia por supuesto, yo estoy de acuerdo con Diego. Este momento es precioso para aprender y compartir enfoques. Muchas veces en una discusión solo nos enfocamos en ganarla,y cuando te alejar de esa persona, por la noche, en la tranquilidad de tu habitación, empiezas a tomar en cuenta las opiniones de otros. Y transcurridos algunos días, pensando en lo que pasó, lo ves de otra manera. Un amigo me dió un consejo muy potente. Cuando quieras solicitarle a tu Jefe algo, platéaselo siempre un Viernes a última hora. Seguro que el domingo por la noche comienza a pensar en esto y lo trae profundizado el lunes al trabajo. Nunca me ha fallado. Si se lo plateas un lunes, estres, agenda, millones de problemitas tontos, demasiados estímulos, pero el domingo, desde la intimidad de su casa, todo cambia. No solo son las palabras las que hieren sino las actitudes de poco entendimiento. A mi me gusta discrepar, pero desde el respeto.

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  10. Buenos días Pilar, gracias por pasearte por el blog y en particular en este post.

    Me ha gustado la propuesta de que sean los viernes el día oficial de la petición al jefe, tomo nota para cuando me haga falta (se lo diré a mi sombra que es un jefe muy duro)

    A mi también me gusta discrepar desde el respeto. No me gustan las ovejas alineadas con el mismo pensamiento, aburre!

    Un abrazo y feliz navidad!

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