miércoles, 7 de julio de 2010

LLÉVAME A DONDE MÁS TEMO

Gracias a mis buenos amigos de Consultores sin Fronteras he tenido la suerte de leer su libro construyendo confianza desde su I congreso de No miedo. He de decir que me ha sorprendido muy gratamente y mira que hemos escrito y hablado los profesionales sobre la auto-confianza y coraje para entender y aceptar el miedo.

Quizá recodéis que ya escribí sobre los miedos imaginarios como consecuencia de no conocernos a nosotros mismos, algo muy frecuente y nada preocupante porque sólo quieren protegernos. De alguna forma la desconfianza y el miedo están afectando nuestra forma de compartir y vivir de una forma más cercana y natural. Claramente llego a notar que uno de los grandes miedos protagonistas en nuestra sociedad es al amor y a la forma de expresarlo, pareciera que a veces no terminamos de entender que somos seres afectivos dentro de nuestro ser un "animal social".

En la idea de entender y practicar que el miedo puede y ha de ser tu aliado conviviendo con él (llévame a donde más temo) quiero contaros una experiencia de superación de miedo. Cuando tenía unos 10 años nos fuimos el colegio a un campamento de verano a Burriana, Castellón. Ya en la playa yo todo valiente me metí en el agua sin casi saber nadar y en efecto llegué hasta mi límite, no tocar pie. La siguiente imagen era expulsando agua en la orilla de la playa (gracias a mi ángel de la guarda que me salvó)

Quizá más de un seguidor o lector entenderá que no me acercará a nada que tenga que ver con el agua ¿verdad?. Bien pues ya con unos añitos más me apunté a sacarme el título de buceador (el famoso PADI) haciendo las pruebas correspondientes en piscina y en mar abierto. Sabía en lo que me estaba metiendo y os aseguro que el miedo estaba presente aunque al mismo tiempo la emoción de superarlo a través del deporte y los amigos (ellos no sabían de mi experiencia). Mi experiencia más autentica y fuerte después de bastantes inmersiones en diferentes países fue en el Mar Rojo cuando nos fuimos a bucear de noche. Esta experiencia se la recomiendo a cualquier buceador y al mismo tiempo el que quiera romper reglas consigo mismo, es otra perspectiva de la vida bajo el agua.

Eso si la experiencia cumbre llegó cuando bajamos a más de 35 metros para ver un barco de la II guerra mundial Thistlegorm, contaros que bucear por sus bodegas, ver las motos, los camiones, los fusiles y demás carga bélica con tus propios ojos es una experiencia que no se olvida fácilmente y me fundí el oxigeno como nunca lo había hecho antes recordándome emocionalmente el mismo miedo de años antes (gracias Sergio por tu apoyo en ese momento)

Hoy puedo decir que poner conciencia al proceso de tu miedo y elegir la experiencia es el mejor remedio para superarlo porque tienes la oportunidad de darte cuenta en directo que puedes superarlo (si no es traumático). Por eso hoy te digo, llévame a donde más temo, me hará crecer!

8 comentarios:

  1. Diego, a ver si conseguimos que el DRH de Vips, sirva mesas de vez en cuando; que Botín -como concepto, quiero decir, que Botín es como Schweppes, en el contexto- venda un swap a puerta fría; que la diva de abertis, vodafone o telefónica vendan en directo un producto caro; el miedo está en la cumbre; el resto sigue viviendo y celebrando. ¡Que sería de quienes hacen el trabajo sin el miedo de los de arriba!
    Un saludo; tan retador en las entradas del blog como siempre; felicidades.

    ResponderEliminar
  2. Hola Gustavo, interesante perspectiva del miedo en la cumbre. Siempre se supone que el miedo es el infierno que no nos permite elegir con conciencia (que no en la cumbre aunque entiendo tu metáfora).

    Las empresas se acercan cada vez más a la sociedad y al tercer sector aunque su politica de reputación y RSC no termina de llegar. Falta tiempo para cambiar el modelo.

    Un abrazo y gracias por tu reconocimiento que te extiendo a ti por tu valentia.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Diego. Es muy interesante. Lo que me ha venido a la mente es, primero, saber a que tenemos miedo, reconocerlo. Segundo tener un guía/compañero/amigo/hombro que "simplemente" esté ahí. Creo que ese guía/compañero/amigo/hombro, maestro es importante.
    Gracias de nuevo.
    Jesus

    ResponderEliminar
  4. muy buena reflexion.....donde mas tememos es desde donde mas somos en esencia....miedo a ser luz miedo a ser amor

    ResponderEliminar
  5. Gracias Carmen por tu comentario motivador en el que estoy deacuerdo porque nuestra vuelnaribilidad habla mucho de lo que somos y donde podemos llegar.

    Mostrar amor, ternura, creatividad, humor es fácil desde el sólo me hace falta estar conectado conmigo para mostrarlo a los demás.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Gracias Jesús por tu visita.

    Para reconocer nuestros miedos hemos de "querer reconocerlos", ya que el 50% de la solución de ellos es su expresión. Los miedos están en cosas muy pequeñas que en algún momento nos marcarón (especialmente entre los 4 y 9 años).

    Sin duda la resiliencia es posible y apruebo la necesidad de un apoyo como tu muy comentas. Yo los he tenido y los sigo necesitando aunque aprendo a confiar mucho más en mi intuición, instinto, etc.

    Un placer verte por aquí!

    ResponderEliminar
  7. Hola Diego:
    En primer lugar, me ha alegrado saber que también somos colegas en Consultores sin Fronteras. En cuanto al miedo estoy de acuerdo con tu enfoque y el del resto de los comentaristas. Los miedos (porque son muchos) actúan a modo de cíclopes ontológicos a las puertas de nuestra caja de creencias y actúan pensando que nos hacen un bien. No tienen mala fe, tratan de protegernos, pero de algo en lo que no debemos requerir protección. Es como la abuela de una prima mía que la primera vez que supo que su nieta se montaría en un avión le recomendó que no sacara los brazos por la ventanilla. Buenas intenciones, buen fondo, pero mal aplicado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Hola Josep Julián, espero te encuentres mejor de tu mano (dichosos picores).

    Gracias por tus siempre brillantes comentarios en los que subscribo todo lo que dices acerca del miedo incluida la fabula de la abuela y la nieta en el avión.

    Ahhh por cierto no existen para mis las casualidades, asi que no podia ser de otra manera que pensando y actuando como lo hacemos coincidamos en CSF. Un abrazo fuerte y hasta muy pronto!

    ResponderEliminar