miércoles, 30 de septiembre de 2009

EL PORTERO DE FÚTBOL (metáfora)

¿Qué espero de mi?, ¿Qué quiero de otros?, ¿Qué estrategia sigo para hacer lo que quiero alcanzar en lo profesional?, ¿Soy víctima de los pasillos o un "pillo persuasivo" dentro de la empresa? Preguntas que casi siempre tienen una respuesta con la experiencia propia de la caída y el saberse levantar (show must go on decía Freddy).

Bien pues hoy quiero escribiros y que practiquéis desde la metáfora "El portero de fútbol". Portero que perfilo como el empleado, el directivo, en definitiva la persona que juega o le hacen jugar en diferentes posiciones dentro del campo según las circunstancias de cada momento (Pepe ahora vé al cliente y no vuelvas sin conseguirlo = delantero, Susana no me pases más llamadas estoy reunido = portero reconvertido a defensa).

Desde mi experiencia emprendedora y creativa tengo claro que con una actitud mental positiva y una táctica intachable permaneceremos atentos bajo el rol "el portero de fútbol" ante cualquier contexto del juego en la empresa y en la vida. Cierto es que el fuera de juego, contraataque o penalty de dar o no respuesta puede cambiar mucho el partido. ¿Qué hacer en esta situación?, ¿Soy yo mismo o me pongo la máscara social?, ¿Cómo crees tú que es tu capacidad de improvisación?

En la consultora Di Towanda jugamos seriamente a este juego desde las técnicas teatrales (gracias Marta) donde cada persona ha de responder a estas cinco preguntas en parejas (un portero y un atacante improvisador tipo CR9) con gran capacidad de improvisación puesto que al portero le conviertes en lo que tú quieras sin que lo sepa de antemano con el objetivo de generar autoconciencia elevado a su situación real.
  • ¿Quién soy? ¿Quién es el otro? ¿Qué quiero de él?, ¿Para qué lo quiero? ¿Qué estrategia voy a desarrollar para alcanzar mi objetivo?

Si he conseguido explicarme y tenéis claras estas premisas del juego teatral (La empresa es un teatro y el directivo es un actor) y una buena técnica de improvisación cada uno asumirá sin posibilidad de negarse todos los roles que le impongan los que van entrando (igualito que en la empresa que ya verás que te pasa si te niegas). Resumiendo tendrás que improvisar creativamente. Es aquí donde se verá la verdadera capacidad y habilidad de respuesta en cada uno según sus patrones, conductas, aprendizajes, flexibilidad como atacante o portero.

Con esta metáfora quiero que analicemos cómo nos hemos sentido en cada rol. ¿Inseguro cuando eras el portero, o activo con una adrenalina de champions?, ¿Te has negado la mayoría de las veces a realizar el portero?,¿Qué actitud has tenido cuando atacabas? ¿Qué te pedía el cuerpo?, ¿Has aceptado la mayoría de las veces?, ¿Tiene que ver con tu vida personal y profesional estas reacciones?, ¿Dónde crees tú que te sientes mejor?, ¿A qué conclusión has llegado?

Honestamente me gustaría ver como la metáfora funciona en las personas dentro de los comercios, empresas, en la calle y en la familia sabiendo que hemos entendido que jugar al juego a pesar de los contrarios y del árbitro es un acto responsable de habituarnos al arte de influir, a la capacidad de convencer al otro desde la psicología de la comunicación para asegurar que se alcanzan los resultados deseados contigo mismo, tu equipo y el balón que también viene muchas veces endemoniado!

¿Has jugado ya?

2 comentarios:

  1. Por fin puedo leer tu post. En mi opnión, los roles que desempeñamos pueden estar tan alejados de nuestro estilo social que, en verdad, lo que hacemos es desempeñar un papel teatral. La metáfora del delantero y portero desempeñado por la misma persona es elocuente. Tal vez por eso el portero que antes ha jugado de delantero le dice al otro cuando le ve avanzando como un tiro ¡no chutes fuerte!
    Un saludo y hasta pronto.

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  2. Josep Julián me costó más de lo esperado publicarlo. Lo importante es que está aquí!

    Los roles de llevar la máscara encima es un salvoconducto para pasar desapercibido (eso creemos)

    Sin embargo la vida te pide que saques la magia de tu ser, tu naturalidad, lo mejor de ti para compartirla con los demás y así disfrutarlo durante y después.

    El portero de fútbol como metáfora es un ejercicio de "darse cuenta" sobre que me pasa en cada rol ¿Estoy por encima?, ¿por debajo?

    Por suerte nosotros trabajamos en el desarrollo personal para conseguir que la persona diga...

    ¡Aquí estoy dispuesto a jugar en equipo!

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