Estaba claro que algún día podría poner mis pensamientos en un cuaderno de bitácora, hoy un blog, reconociendo que la reflexión, búsqueda y observación al pasado (sin perder de vista el presente) me está gustando y ayudando a escribir conforme me llega la inspiración.
Que grata sorpresa saber que los recuerdos y la memoria están ahí para deleitarla porque han pasado ya 25 años de mi primera experiencia profesional cuando comencé de meritorio en el departamento de producción de la productora Acónito Films de la mano de un inigualable mentor Don Augusto Boué en el mundo del cine profesional (¡Sí, mi primer trabajo!)
Mi apasiono con humildad desde mi experiencia al contar en los cursos y conferencias de comunicación que la vida es una aprendizaje constante en directo, que hay que abrir bien el corazón desde la buena disponibilidad y dejar fluir lo que surja siempre responsablemente. No sé si te sorprenderá pero yo quería ser con 17 años decorador de interiores previo estudio en la Escuela de Artes y Oficios, sin embargo Don Augusto Boué me encontró el sitio, me decía él tú a mi lado de meritorio manejando los presupuestos, contrataciones y localizaciones!
Fueron 3 películas (El último Kamikaze, Operación Mantis y Mi amigo el vagabundo) en 2 años estupendos de vivencias en el que llegué a ser ayudante de producción cobrando mis pesetillas al lado de grandes actores como José Luis López Vázquez, Florinda Chico, José Bódalo entre otros dirigido por el rey del cine fantástico Paul Naschy. Lo de menos es la trayectoria cinematográfica sino la oportunidad de aprender a abrir los ojos, disfrutar de la experiencia de algo tan especial como estrenar nuestras películas en La Gran Vía de Madrid!
Hoy afortunadamente me siento un privilegiado de seguir siendo aquel meritorio porque la vida con los años me ha devuelto la posibilidad de volver al cine (hoy es el Teatro Gran Vía) desarrollando la capacitación de directivos desde las técnicas teatrales y PNL con mi empresa Di Towanda desde la misma actitud mental positiva, un poco más experiencia y con la certeza de que ése es el camino para continuar con las mismas experiencias positivas como es compartir con personas excelentes en el plano humano y profesional como si fuera la mejor película de mi vida.
Tengo tanto que agradecer que ¿Qué más se puede pedir a la vida?
Hola!!!!
ResponderEliminarTe habla una española que vive en Argentina! De casualidad llegue aqui.
Esta bueno.
Hola Xime, bienvenida la causa-lidad y sobre viniendo de Argentina!
ResponderEliminarEspero y deseo que sigas visitando el blog y te aporte lo que buscas aunque sea por casualidad como dices tú.
Saludos!
Desde luego Diego, no hay nada como empezar desde abajo para poder llegar a lo más alto.
ResponderEliminarHay pelis que te dejan huella y te despiertan a muchas verdades que cuesta ver en la propia realidad. Pero la posibilidad de poder ponerse en la piel de determinados personajes e interpretar su experiencia para saber moldear y dar vida a nuestro verdadero PAPEL en la vida, debe ser transformadora.
Gracias por abrir a la gente esta posibilidad
María
Creo que eres afortunado porque vives de lo que te gusta hacer, cosa que muy pocos pueden decir (no me cuento entre ellos).
ResponderEliminarUn saludo.
Buenas tardes Maria cuando se viene de abajo se valora más cuando se llega arriba.
ResponderEliminarTambien es cierto que hay películas increibles que te aportan unas vivencias que te ayudan a prepararte como excelente referencia.
Siempre digo que la vida es una oportunidad de acción donde tenemos el papel protagonista (aunque algunos se empeñen en ser secundarios).
Gracias a ti por aportar tus comentarios que me ayudan a reflexionar y seguir creciendo como persona.
Gracias Josep Julián por tu fidelidad y comentarios.
ResponderEliminarSoy afortunado por haber aprendido a valorar las relaciones, las cosas, los momentos importantes.
Has de saber que tu blog y tus reflexiones me fascinan y te diré más me estoy ayudando a crecer mucho gracias a tus inquietudes y tus brillantes post.
Curioso también te observo como un gran privilegiado al poder transmitir mensajes claros, cercanos e inquietantes.
Un abrazo.