miércoles, 20 de julio de 2011

GENERACIÓN DEL 127


Con estos calores me ha llegado la inspiración creativa y he querido asociar la generación del seat 127 como homenaje a la generación baby boom, que como yo condujimos este particular vehículo con el carnet de conducir recién sacado.

Son muchos los recuerdos ochenteros al volante de mi primer coche (40.000 pesetas hace 25 años) para hacer un viaje de 30 años en el tiempo, revisando como hemos cambiado, evolucionado e involucionado especialmente en las actitudes y valores sociales y profesionales (sin melancolía). La idea obviamente no es escribir de las prestaciones del 127, sino rescatar y expresar mis experiencias vividas desde la adolescencia, en aquellos maravillosos años 80, quizá a alguien le inspire!.

Nada era comparable como ir a recoger, en una mezcla de orgullo y entusiasmo, a tu chica para ver la triple sesión cine con mi primer coche, 100 pesetas y el olor de la colonia juvenil de ella. Era el comienzo de la independencia!. Fueron muchos los momentos donde cantar, imaginar, descubrir y soñar era real y muy oportuno a manos del volante del 127 (como se recalentaban las cintas de música!)

Definitivamente nuestra generación fue privilegiada por pasar del mundo local al mundo global en un mismo período de vida. Por ejemplo ¿Quien recuerda el cambio de maquinas de escribir a los primeros ordenadores?, ¿Y la tele de blanco y negro a color?, ¿Y el famoso partido España-Malta o la final de basket Los Ángeles 84?. Epoca con muchas ganas de vivir y con la sensación de que todo estaba por hacer.

Hoy desde el respeto y sin anclarme en los ochenta, creo que nuestra generación éramos más atrevidos, más lanzados, con más permiso para equivocarnos, no mejores que nadie!. Sin embargo ahora creo que hay muchas personas (incluidas las de mi generación) que se esconden detrás de un rol social y esa máscara no representa a quien está detrás de ella.

Digamos que en estos 30 años estamos tratando de aparecer como no somos, defendiéndonos todo el día a base de justificaciones (que yo no soy eso, verás te explico...) todo para resultar más admisibles, más tolerables, menos ásperos o menos débiles. Y me pregunta es ¿Qué crees tú que que estamos haciendo con la vulnerabilidad?, ¿La estamos desaprovechando para SER menos auténticos?, ¿Cómo rescatar el espíritu del 127?

Naturalmente hay muchísimo potencial dentro de todas las personas, sean de la generación que sean, y tengo la firme convicción que podemos rescatar muchos valores y actitudes que siempre han estado dentro de nosotros. No se trata de aprender nada nuevo, sino más bien de desaprender. Solo es cuestión de desempolvar, de volver a confiar en nuestro YO más auténtico y descarado (generalmente el más creativo)

Lo constato en todos y cada uno de mis clientes, y lo tengo claro. La persona que empieza y la que termina el proceso es la misma. Rescata por tanto, toda la pasión, ilusión y belleza que tienes en las pequeñas cosas hasta recordar que hacías maravillas con muchos menos recursos ¿te acuerdas?. No busques tanto fuera y pon a jugar ¡tu punkie o rockero ochentero lleno de vida que llevas dentro!

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2 comentarios:

  1. Marc (el de las fotos)20 de julio de 2011, 12:27

    Diego, lo has clavado! Yo tenia un 127 color blanco como el de la foto, matricula de Madrid letras BP, por 45mil pesetas como mi primer coche. Sin pensarlo mucho fui varias veces a Benidorm o Santander bien surtido de cassetes grabados. La gasolina a unos 50 pesetas el litro, una tienda de campaña en el maletero y mucha carretera (de un solo carril) por delante y muchos camiones para adelantar.

    El partido de la final de basket 1984 lo vi en Santander precisamente, en casa de un amigo donde veraneabamos. El 127 aparcado fuera.

    En realidad no he cambiado mucho, el coche mas rapido, la musica mas alta y el camping ahora un hotel. El destino sigue siendo el mismo, la aventura, a ver que se encuentra.

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  2. Querido Marc, gracias por tu aportación personal. Eres un crack!

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