NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE (fábula)

Erase una vez una bella dama de unos cincuenta años que siempre disponía de las mejores alhajas, fiestas y agasajos en su lujosa mansión. "Pituli" como la llamaban sus amigos íntimos era astuta y conocida por los grandes derroches de dinero y opulencia. Sin embargo y a pesar de este aparente éxito ella no aceptaba de buen grado sus evidentes limitaciones personales (dichosos aduladores)

Y fue en una de sus grandes fiestas de primavera con más de 300 invitados cuando en cruce de miradas inesperado entre la multitud encontró la de una de sus camareras, Paula. Algo importante y esperanzador en los ojos verdosos de la joven camarera, la recordó y conectó con su traviesa y amorosa infancia y por ende como la transformación a la actual Pituli era una locura de expectativas. Ya no había vuelta atrás!

Fue tal la conexión interior con Paula que Pituli pidió un copa de vino blanco para asegurarse lo que estaba sintiendo por dentro. Nerviosismo y viveza por un recuerdo que regresó con emoción!. Con atrevimiento y respeto Pituli pidió a Paula que la acompañara a un espacio más tranquilo de la fiesta. Tras una larga conversación y muchas lagrimas sinceras Pituli entendió que el dinero no es una limitación, sino que estaba en su expectativa de conseguir afecto a través de él.

Desde ese momento Pituli empezó a ver cómo personas cercanas a ella vivían rodeadas de oro y no eran más felices que las que no lo tenían. Es más, se les notaba tan preocupados en mostrar sus joyas y opulencia que apenas ponían atención en otra cosa que no fueran sus propios intereses. Algo importante había cambiado en su visión sobre la riqueza material!

En realidad, el mayor capital son las personas decía en un foro de filantropía días después del descubrimiento interior. Estar y sentirse bien acompañado es el verdadero oro, a lo que habría que añadir el cuidado de las relaciones y un empeño orientado a construir con ellas y desde ellas un mundo mejor, aludía una Pituli emocionada y enérgica como su publico!

Sólo una semana después y tras 800kms por carretera se acerco junto con Paula (la camarera) a una cárcel de mujeres para donar a la biblioteca 300 libros de filosofía, poesía y cuentos. Ya en plena inauguración pidió con humildad permiso para leer un párrafo de un libro pequeño que sobresalía por su olor añejo. Las personas somos oro aunque el plomo también está en cada uno de nosotros a partes iguales, recitaba con entusiasmo Pituli.

Aceptar el plomo es aceptar las limitaciones propias y ajenas por grandes que sean, se trata de tolerar las experiencias (mal llamado fracaso) y los defectos propios y de los demás con humor y afecto, todo ello es el verdadero oro. No hay duda que en la actual crisis financiera y sus insatisfacciones provienen de la confusión entre oro y dinero.

Hoy y después de descubrir este oro que todos tenemos hay que ir más allá de la expectativa de obtenerlo sólo a través del dinero. El dinero es sólo un medio a través del cual tu puedes mostrar tu mayor riqueza y expresar tu SER libremente y sin ataduras. Exultante Pituli se dirigió a Paula y le dio un abrazo sincero en forma de agradecimiento porque no es oro todo lo que reluce!