En el coaching hay toda una serie de gestos, emociones, locuras, sueños, utopías que nos gustan hacer, que necesitas hacer, pero no caben en esta vida que llevamos con el saboteador y estrés a cuestas. Hay un montón de cosas que no has probado, desconoces y te gustaría saborear... te dice con deseo ferviente ese muñequito o personaje llamado deseo mientras conectas con el coach como parte esencial de encontrarte, de conectarte con tu autenticidad.
¿Y qué hacen juntos la impro y el coaching?. Ya sabemos que abrirse en el coaching es esencial para tener conversaciones útiles y profundas sin embargo el coach ha de abordar con viveza, conexión, intuición y gran capacidad de improvisación la verdadera vida espontánea del cliente. Se trata de abrirle las puertas, transitar insólitos lugares desde otras perspectivas y estar abierto al encuentro de nuevos aprendizajes y así continuamente explorando posibilidades.
Improvisar en el coaching implica dar la confianza a poder desinhibirse, romper las reglas, despejar las dudas a través de prácticas creativas, teatrales y artísticas donde poder dar rienda suelta a lo primero que expresas. La Impro o espontaneidad en el coaching te propone descubrirte a conocerte hasta el límite que tú pongas como experiencia vital y festiva para recuperar el placer del juego, para sentirte seguro con tu cuerpo y con tus ideas, para encontrarte con tu locura interna.
En la vida estamos desafortunadamente acostumbrados a ocultar, diluir, reprimir o aplazar nuestras inquietudes, deseos, fobias, pasiones, fantasías, sentimientos, hemos aprendido a ser no espontáneos sin embargo practicar la Impro en el coaching te propone hacerle caso a tus impulsos estando abierto y disponible a que vengan las experiencias imprevistas de una manera abierta, sin prejuicios descubriendo facetas de tu sociabilidad.
Yo como coach siempre animo a que se salte de la negatividad del mundo, de las noticias absurdas, de opiniones banales para profundizar sin más espacios temporales en ser tú mismo para gustar, reír, gesticular como lo hace un niño. Sé coherente, dite palabras motivadoras, invéntate gestos en el ascensor, prueba un nuevo lenguaje, disfruta!
Si sabes improvisar y ser espontáneo tendrás una energía especial, un estilo especial de no llevar un guión preestablecido ante ti para compartirlo y disfrutarlo con los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario