MIEDO A SER AUTÉNTICO

Tener la fortuna de trabajar cada día con clientes en la formación vivencial o coaching de habilidades de comunicación tiene sus satisfacciones como haber ayudado a ayudar, haber visto, sentido y comprobado que el cliente (la persona) ha mejorado en sus habilidades comunicativas y relacionales aunque trabajar con los “miedos” es una tarea difícil, un desafío para ambos o más claro aún "el momento de la verdad" entre el cliente y el coach.

Todos sabemos muy bien que el mercado profesional nos lleva a una exigencia constante e incertidumbre debido a los cambios permanentes en las personas y por tanto en las empresas. Que todos tenemos miedo a algo o alguien en algún momento es cierto y todo a pesar de la imagen de empresa (material) que se pretende dar. ¿Por qué entonces nos estamos orientalizando?, ¿Por qué hay tanta inseguridad emocional?, ¿Por qué los profesionales expresan tanto miedo en su comunicación?, ¿Qué estamos haciendo con el capital humano?

Creo que hay una responsabilidad compartida entre la persona y la empresa. Y es que el hecho de diferenciar el hombre de la mujer en el sentido mas superficial, fracasa no sólo la inteligencia individual sino la colectiva de la empresa al aceptar durante largo tiempo algo que más tarde ha de volver a su entorno más natural que es llamar a las cosas por su nombre, ser profesionales dentro de una empresa, ser personas.

Cierto es que un buen profesional (hombre o mujer) ha de aprender a manejar las incertidumbres y actitudes para generar entornos emocionalmente productivos tanto a nivel individual como colectivo.

En el caso del hombre encaja más en el perfil estilístico de tener mas “miedo” a dejar de ser útil (por aquello de la pérdida de poder o fracaso) y aunque lo terminan reconociendo como paso a la salvación de sus intereses y los colectivos, siempre es bajo el paraguas del análisis del miedo y los comportamientos que de él salen.

Gestionar sus emociones, reconocer sus estereotipos limitativos, evitar las actitudes inconscientes de sabotaje, mejorar sus habilidades de comunicación oral y gestual hacia un mensaje mas seguro y persuasivo, analizar las consecuencias que tiene la gestión emocional sobre la salud mental y física, trabajar la información cultural de negocio para aumentar la seguridad y el respeto de los demás, dándoles una visión estratégica para aprender a expresarse emocionalmente.

Sin embargo la mujer está más situada en ese “miedo” a todo lo contrario a ser protagonista, ya que su perfil estilístico busca gustar a todo el mundo, que lucha por ser buena (alguna vez he probado decir con animo positivo “se buena” y te contestan con inmediatez “pero si soy buena….”). No les gusta el rechazo o censura ya que se lo toman como parte de su propio éxito o fracaso personal donde incluyen todos los valores emocionales y culturales juntos (dinero, familia, hijos, pareja, felicidad).

Por ello la solución principal está en la comunicación positiva y determinante, ya que cuando comunicamos con miedo sin consciencia de él, damos una impresión débil. Utilizar por tanto la comunicación, información y formación simultáneamente con eficacia, se podrá obtener congruencia personal y aún mejor no quedarse parado ante el miedo.

La comunicación personal y directa (ser tu mismo es nuestro capital principal), donde intervenga decisivamente la información que manejamos con otros, teniendo especial importancia el cómo se dice, a través del canal verbal, para verbal y corporal, donde conviene recordar que en el fondo siempre transmitimos emociones en nuestras relaciones y entorno.

En cuanto a la eficacia y el éxito de la comunicación profesional en la empresa está en hacerla sencilla, natural, buscando gustarse en seducir con determinación y animo profesional, sin olvidar la formación como medio fundamental para generar valor a través del mejor medio posible, que es el equipo profesional.

Estoy seguro que practicareis con éxito la comunicación abierta, sincera y directa, eso que yo llamo ¡ser tu mismo!