sábado, 19 de enero de 2013

NO NACIÓ QUIEN NO ERRÓ

Si escupes hacia arriba te caerá tu propia saliva. Con esta refrán y metáfora continuo dándome cuenta de que muchos siguen en su mundo salvaje. Al menos esta semana.

Una energía actitudinal nada convincente, ni segura para la calma y emprendimiento que todos necesitamos ahora. Quizá algunos tengan que fracasar estrepitosamente hasta entender en sus huesos que es la vulnerabilidad.

Por supuesto tolero el error aunque no tanto cuando el que lo hace repetidamente no acepta o integra el fracaso en su vida. Nadie es autentico en su vida sino pone un punto de aprendizaje desde su fracaso. Mira el caso Armstrong (ciclista) que sólo se rompe cuando se aborda el tema de cómo decidió reconocerlo todo cuando vio a su hijo defendiéndole y creyendo falsamente en él.

Muchos no están preparados para aceptar su vulnerabilidad quizá porque su autoestima llena de autoengaño y supuestos éxitos complacen a sus temidos personajes. Estos caníbales sociales toman casi siempre malas decisiones e inadecuadas que llegan a destrozar los decibelios actitudinales permitidos.

Entiendo y acepto que en mi caso seguiré errando, aunque también me quiero permitir jugar creativamente mi fracaso a través de mis clases de clown terapéutico. Es un espacio seguro y lleno de autenticidad para llevarlo con nanodosis a mi vida personal y profesional. Recomendado!

¿Y donde reside la falta de autenticidad para admitir el error?. Aunque vamos progresando en la sociedad todavía hay demasiada autoimagen por ausencia de autenticidad, apertura y dialogo con el corazón en lo que se quiere de verdad. Otro gallo cantaría!

Hablo de descararse y tener el coraje de mostrar lo más especial de ti sin importar que dirán los demás. Insisto en que conozcas tus miedos y no dejes pasar la oportunidad de convivir con ellos porque tus debilidades son a su vez tus fortalezas gracias a que somos vulnerables. Esto lleva toda una vida o un instante, tú decides!. 

No alejes todo lo que se te aproxima porque corres el riesgo de que no se te aproxime, ni siquiera las cosas buenas, los bien entendidos regalos y tesoros de la vida. Mira las oportunidades donde otros ven problemas, abre tu corazón y vive bien el fracaso, te aseguro que ya es todo un éxito!



Deja tu comentario para el intercambio de ideas, me gusta compartir!. ¿Quieres compartir alguna historia personal para convertirlo en post?. ¡Te respondo!

2 comentarios:

  1. Buenas Noches Diego

    Quienes no aceptan que son vulnerables, viven inmersos en el error, son rehenes de su propio miedo. Cuando se llega a estos niveles la situación creo es patológica, por lo que la ayuda de un especialista pudiese ser una alternativa. Estos comportamientos vienen desde la niñez tal vez y diría que son consecuencia de la negativa a muchas preguntas, al respecto me gustaría compartir la historia de Anthony de Mello:
    La pequeña María se hallaba en la playa con su madre.

    -“Mami, puedo jugar en la arena?”.
    “No, mi vida; no quiero que te ensucies el vestido”
    -“Puedo andar por el agua?”. “No. Te mojarías y agarrarías un resfriado”.
    -“Puedo jugar con los otros niños?”
    “No. Te perderías entre la gente”.
    -“Mami, cómprame un helado”.
    “No. Te hace daño a la garganta”.
    La pequeña María se echó entonces a llorar. Y la madre, volviéndose hacia una señora que se encontraba al lado, le dijo: “Por todos los santos! ha visto usted qué niña tan neurótica?”.

    Finalmente el permitir que ocurran los hechos, en lugar de alejarnos de ellos y no tomar los riesgos nos alejara también de los bien entendidos regalos y tesoros de la vida.

    La vida es lo que va transcurriendo mientras pasa el tiempo y esta en nosotros tratar de ser feliz con ello.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Loreida, buenas noches.

      Gracias por compartir estás líneas tuyas y la historia de la pequeña de Anthony de Mello, muy esclarecedor de como podemos llegar a influir los adultos en los niños.

      Un abrazo gigante y gracias por tu nuevo comentario.

      Eliminar