sábado, 30 de junio de 2012

LA POTENCIA DEL RECONOCIMIENTO

Quien vive desde la emoción de la alegría sabe de la importancia del reconocimiento sincero desde tres perspectivas. A uno mismo en el dialogo interior, saber recibirlo y por supuesto regalarlo a los demás.

En nuestros talleres con Di Towanda puedo dar fe que hay dificultad en el reto de estar presente desde el cuerpo, emoción y espíritu para dar el reconocimiento en cualquiera de las tres perspectivas. ¿Qué factores hacen que no exista cultura de dar reconocimiento?

Tengo la sensación de que algunos llevan años preparándose mentalmente para las consecuencias desagradables que puedan ocurrir. Así cuando les honras con un reconocimiento personal generalmente lo rechazan, recordándose que no han estado a la altura de los objetivos de su vida.

Es fácil escaparse a la superficialidad cuando las creencias limitantes dictan a tu mente que estás manipulando a los demás o inflándote el ego. Y algo de cierto hay cuando se aprende sólo como un juego mental sin ética, ni humanismo. ¿Cómo quieres recibir los placeres de la vida si no los regalas tú primero?

Por eso entiendo que muchos participantes les cueste recibirlo y/o darlo desde el cuerpo y/o emoción. Has de tener claro que no naces negativo, que aprendes a serlo. Las decepciones, los desengaños, los errores propios o ajenos, te llevan a un estado de ira interior, desaliento o dolor emocional.

Afortunadamente no es más que una mala reacción, un mecanismo inconsciente equivocado que se puede cambiar. Aprende a abrir el corazón desde la mejor energía corporal y/o emocional, quizá puedas contarme alguna experiencia en la que te has/han sorprendido cuando tu cuerpo ha sentido el impacto de un regalo en forma de reconocimiento.

Un abrazo, un beso, un mimo especial y/o una palabra cómplice es suficientemente positivo como para animarse a tomar el riesgo de devolver el reconocimiento. Aprovecha la oportunidad de ser sincero, de mostrarte vulnerable y por tanto tú mismo. ¿A qué esperas para mostrarlo?

Como muestra hace unos días estuvimos dando abrazos gratis en el centro de Madrid y os aseguro que se puede crear un lazo emocional que invita a repetirlo como actitud de vida. Tengo claro que cuando das el regalo, la vida te lo devuelve.

Necesitamos ampliar horizontes para hacer una sociedad saludable. Se necesita poner intensidad positiva en lo que se hace y reconocerlo inmediatamente después de haberlo hecho olvidando los fantasmas que te invitan a no hacerlo. Te invito a que comiences siempre por "Tu eres...."

De ti, de mi y todos juntos con los pies en el suelo depende que podamos inundar positivamente a los que están en versión monos cabreados. ¿Cómo crees tú que puedes contribuir a positivizar en el reconocimiento?, ¿Qué imaginas que pasará si lo consigues?.

Me gustaría que dejarás tu comentario ahora para el intercambio de ideas. ¡Es otra forma de crecer!

4 comentarios:

  1. Hola Diego.

    Pienso que, algunas veces, una felicitación nos liga, nos obliga a ser responsables y a estar a la altura de lo que creemos esperan de nosotr@s.

    Saludos
    Rosa M.

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    1. Hola Rosa. Gracias por tu visita.

      Estoy de acuerdo que hay una responsabilidad en reconocer (se) y reconocer a los demás sus méritos.

      También es cierto que hay que salir de la autoexigencia de hacerlo como un modo social. Algunos rozan la hipocresía y falsedad por lo que la pelota se vuelve en contra.

      Un abrazo grande!

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  2. Hola Diego

    Hace poco en un curso de coaching, la coach incidió en que el agradecimiento es una postura que aporta mucho más de lo que das, manteniendo nuestro corazón feliz. Totalmente cierto sentir agradecimiento por cualquier pequeño detalle personalmente me inunda de humanidad y noto como mi ego va menguando y yo me siento más libre. Tenemos demasiado orgullo experto camaleónico que nos domina.

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    1. Hola Fer, gracias por tu visita y comentario desde tu experiencia.

      El ego es un animal social que ayuda a superar muchos trances. Lo jodido es querer lugar contra él cuando estás enrolado en la pelea.

      Desde el "darse cuenta" todo es más fácil porque te pone en una postura y perspectiva amplia para aceptar o trascender al ego desde el afecto y el reconocimiento sincero.

      Completamente alineado contigo en la importancia de DAR antes que recibir. Cuanto más se hace y más lo practicas, más cuenta te das de la importancia de que lo que nos une son los pequeños detalles.

      Al fin y al cabo somos la misma cosa. Un abrazo.

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