viernes, 24 de junio de 2011

YO SOY

Hoy quiero escribir con emoción positiva sobre la plenitud personal de SER uno mismo después de casi un año intenso con dificultades serias de salud (ya en los últimos metros de la carrera).

Hoy quiero decir con emoción positiva llena de aprendizaje que he tenido muchísimos altibajos físicos, mentales y emocionales que se han convertido en retos superados con mucha persistencia.

Y es en mi ruido mental y en el rebaño social donde he tenido presente la oportunidad de superar los muros y aprender a construir y abrir puertas. He sabido equilibrar mis fuerzas y tomar decisiones con mucho apoyo de mi familia, socio, equipo y clientes de Di Towanda. Preguntarme qué me está impidiendo tener plenitud me ha ayudado a conocerme más, dándome cuenta de lo que me encadenaba. Y es que la vida nos da la oportunidad de reaccionar a través de la escucha profunda, instinto e intuición.

Mientras tanto y al 50% en muchos momentos, decidí seguir con mis viajes, hoteles, vuelos y cambios para aprovechar pasar la experiencia de ir a los talleres de formación y acciones de coaching. A pesar de los riesgos quería ver, sentir y escuchar como se explicaban los clientes (o sus saboteadores) y que me pasaba a mi mientras tanto con mis luchas internas.

Ha sido revelador y tranquilizador que sus contextos y dificultades fueran en muchos casos de gran ayuda para mi. Por un lado si la historia era francamente dolorosa y grave, me servia para automotivarme y si era superficial me entraban más ganas de ayudarle por ver que es posible SER aunque estés en minoría (cuando te ves y te ven como viniste al mundo lleno de vías aprendes a ver la vida de otra manera)

Por eso puedo decir alto como emprendedor y empresario que es el momento de estar presente con coherencia personal, de estar conectado con tu entusiasmo sereno o alocado, de soltar cadenas, caretas (lo que cuesta quitársela), de conocer los clichés sociales que no nos convienen para la plenitud y si sirvieron en algún momento dale las gracias al personaje o saboteador. Pregunta del millón, ¿Qué crees tú que te está impidiendo ser tú mismo?

La plenitud personal requiere auto-conocimiento profundo y aprender a dar sin exigir. Yo en particular me he atrevido en mis dos operaciones quirúrgicas a soñar despierto, perseguir utopías con los pies en el suelo (hospital-casa-oficina) y crecer espiritualmente. En el fondo se trata de sentir la vida llena de respeto por uno mismo y abrir horizontes con determinación y descaro porque al fin y al cabo todos dormimos sobre el mismo cielo. Me preguntaba ¿Cual es el precio por dejar de lado la plenitud?. La respuesta no tiene precio!

No me he dejado guiar por el intelecto sino por mi corazón que siempre que le escuchaba me daba la información útil para pulirme como una obra artística. ¿Sabes qué? Se puede ser espectador y observador durante un tiempo siempre y cuando lo hagas conscientemente y por supuesto con responsabilidad. Hoy confirmo desde mi experiencia que no somos cuerpo, ni mente sino energía que podemos transformar o no. Por ello ha sido y seguirá siendo un trabajo de aceptación y alineación de mi mismo haciendo visible lo invisible.

Me siento como un niño que cruza la calle valiente e inocente. Feliz día!

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6 comentarios:

  1. El camino de la enfermedad es el camino de la vida. Aceptar la enfermedad es aceptar la vida, tu vida. No eres el que te gustaría ser, eres el que eres, y la gran mayoría de las veces, si te permites verte, descubres que eres mucho mejor que aquél que te gustaría ser. Y en ese proceso de verte, descubres grandes regalos en la enfermedad...

    Me gusta lo que dices: somos energía que se transforma o no. Muchas veces, la enfermedad, si nos la permitimos, si la aceptamos, si nos aceptamos enfermos, nos regala el potencial de transformación más grande que tendremos nunca.

    Ánimo y gracias
    Oliva

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  2. Querida Oliva recibo tus palabras con gran alegría porque sé que lo dices desde la experiencia y consciencia.

    Afirmo que en esta sociedad la enfermedad como camino no está desarrollada ni entendida. Sólo se habla de salud corporal, mental y emocional cuando el camino de la vida también nos trae estas experiencias.

    Para mi ha sido un gran descubrimiento y estoy agradecido a la vida de este regalo de ver que puedo aportar ahora mucho más a mi mismo y los demás.

    Besos grandes y ánimo con tu camino!

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  3. Amigo Diego, doy fe de todo lo que escribes y por eso eres una de esas personas que uno debe inspirarse cuando aparecen dificultades, porque sé bien el añito que estás pasando con la salud pero así y todo no paras de llevar luz a muchísimos sitios.
    Un abrazo y ya sabes que los ciclos terminan para comenzar otros mejores.

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  4. Amigo Germán, gracias por tu compañía en este "añito" de aprendizaje.

    Ahora, si la vida quiere (yo quiero) comenzará un nuevo ciclo de nuevas experiencias y aprendizajes. Deseo que sea a tu lado para seguir creciendo como consejero, compañero y amigo.

    Un abrazo!

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  5. Pues muchísimas felicidades, Diego. De todo tu artículo, me quedo con esta frase para enmarcar: "No me he dejado guiar por el intelecto sino por mi corazón que siempre que le escuchaba me daba la información útil para pulirme como una obra artística."

    Gracias por la frase y por todo el texto. Un saludo.

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  6. Estimado Fernando, gracias a ti por tu visita y reconocimiento.

    El intelecto es necesario y de gran ayuda sin embargo puede ser un cortafuegos terrible para no escuchar al corazón.

    A veces con el ritmo endiablado de esta sociedad sólo nos damos cuenta cuando ya ha pasado la tormenta. Así que mejor aprender entonces a escucharlo en plena tormenta.

    Un abrazo y será un placer seguir contando con tus visitas.

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