Quiero escribiros desde la fuerza de la emoción de una experiencia única vivida estos días entre goteros, sonda y mucha atención de mi familia, las adorables enfermeras y el equipo de quirófano. Se trata de la importancia de recibir atención desde la humildad cuando uno está hospitalizado.
Casi que lo de menos es la curiosidad de qué enfermedad urgente fue la que me llevo al hospital y si desarrollar un post sobre la amabilidad afectiva recibida y de cómo uno está o no en disposición de recibir el regalo. Cuando uno está enfermo lo normal es sentirse mal, impotente respecto a tu estado anterior, sin embargo la actitud de humildad y la amabilidad te lleva a que te cuiden mejor, cuando aceptas dónde y cómo estás todo fluye.
He encontrado y disfrutado del arte de hacer el bien desde el cariño, la ternura y el amor de un niño recién nacido (especialmente por parte de Lola y Sergio en quirófano). Este arte vocacional y generoso desde el calor humano hace pensar y sentir que por muy desprotegido que te sientas en la hora de la verdad camino de un quirófano siempre hay alguien que pone calor humano para encontrar tu luz.
Ser amable, estar fuerte y sano es una fuente de placer para uno mismo que generosamente puedes entregar a los demás en forma de salud sobre todo cuando has recibido un impacto negativo o en ansiedad (además reduces los niveles de cortisol la hormona del estrés). Si se lo das a los demás por muy enfermo que estés las otras personas te lo devolverán con creces, más aún si despiertas su vocación o bondad.
Os aseguro que la experiencia como paciente me lleva a confirmar que al haber desplegado emociones positivas (capacidad de lucha, valentía, simpatía y reconocimiento por quien te atiende) también me ha llevado a una mejor recuperación además haber conocido personas con quien sentirte apreciado.
Por último agradecer a mi familia (mi madre, mi hermana y mi mujer que han estado de cine), amigos, compañeros por todo el apoyo sin reservas y sensibilidad para que saliera una sonrisa de mi cara y entendiera en mi corazón que significa la humildad de recibir.
Humildad de ecibir y la generosidad de dar!.
ResponderEliminarGracias por tu post muy inteesante. Me ha provocado la reflexión de que ser generoso es todavía mas que estar dispuesto a recibir. Muy amable por ofrecer estas líneas. Si lo deseas tambien escribo en un blog: http://epr-evolutionprogressresults.blogspot.com/
Buenas tardes y gracias a ti por tu visita y comentario con los matices oportunos entre dar y recibir.
ResponderEliminarREflexionar es sensacional cuando lo ponemos en acción y transformación, ese es el impacto positivo que necesitamos las personas.
He visitado tu blog y observo que eres un gran especialista y muy experimentado.
Será un placer seguir recibiendo tus visitas y comentarios.
Un abrazo.
Me gusta que los hombres "casi comiencen" a hablar de amor, ternura, afecto...GRACIAS!!
ResponderEliminarGracias por tu mensaje y reconocimiento. En cualquier caso permiteme la perspectiva de hacerlo como ser humano además de hombre.
ResponderEliminarDesde esa actitud me siento y expreso como tú lo harias.
Un abrazo.
Un ser humano es más grande cuando sigue iluminando a los demás independientemente de tu estado de salud. Vaya susto Diego.!
ResponderEliminarDicen que en el dolor se aprende más que en el placer... incluso a veces se despiertan emociones dormidas.
Un abrazo!
María.
Nuestro cuerpo nos habla todo el tiempo y la enfermedad la veo como esas oportunidades para seguir aprendiendo acerca de nuestra vida...¿qué me quiere decir en esta ocasión que probablemente no he visto aun?
ResponderEliminarMucha luz Diego!! gracias por compartirnos en el blog.
Gracias Maria por tu visita y reflexión. Más que aprender del dolor he aprendido desde la autenticidad de estar conectado conmigo.
ResponderEliminarY ha sido desde ahí cuando vencemos al orgullo que siempre tapa la apertura de los corazones!
Un abrazo lleno de salud.
Gracias Isa por tu pregunta poderosa. A esa pregunta mi respuesta es que nos vestimos de sofistificación, misticismos, vanguardismos cuando en realidad necesitamos caer a veces para mostrar nuestra verdadera identidad.
ResponderEliminarEl cuerpo es un vehículo donde ponemos toda la expresión de nuestras emociones y también nuestro sufrimiento.
Isa recibo tu luz con cariño!
Muy buena reflexión, me quedo en dos palabras que mencionas, "amabilidad y gracias", algo que lamentablemente se ven como especies en extinción, seguramente con éstas dos palabras como principales protagonistas en la sociedad, todo sería muy saludable, un abrazo y pronta recuperación.
ResponderEliminarAmigo Germán, cuanta alegría me da ver tu comentario publicado.
ResponderEliminarSin duda la amabilidad como tantas veces dices tú, es una actitud en acción que se demuestra andando. No es sólo una palabra estética y ni siquiera una "forma" de cara a la galeria.
Gracias de verás por tu reflexión y nos vemos pronto consejero!
Hola Diego:
ResponderEliminarNo tenía ni idea de tu percance de salud, así que me alegro de que todo haya salido bien, eso lo primero.
Hablas en tu entrada de emociones adecuadas para afrontar el papel de enfermo de forma positiva y seguramente las has desplegado sin hacer un análisis previo exhaustivo, lo cual demuestra que si nos escuchamos por dentro encontramos las herramientas adecuadas a cada situación. Lo malo es cuando actuamos a piñón fijo, de forma unívoca y mostrándonos "como somos" como si eso fuera una forma concreta de ser.
En fin, que deseo que el susto haya quedado en eso y gracias por compartir con nosotros tu aprendizaje convertido en enseñanza.
Un abrazo.
Buenas tardes Josep Julián, estoy muy de acuerdo contigo en que vamos a piñón fijo donde el orgullo y el narcisismo impide sacar lo mejor que tenemos dentro.
ResponderEliminarHay que estar en "modo superviviencia" para empezar a tirar de uno mismo, de tus recursos y herramientas como bien dices sin análisis previo.
Agradezco mucho tu visita y tus buenos deseos!