No sé vosotros pero veo, escucho y siento a la sociedad muy previsible, con respuestas muy automáticas y con un sentido cortoplacista e individualista que asusta, ¿Qué hay de lo mío? Observo mucha rigidez, parálisis, entreguismo a las causas perdidas y miedo.
Cierto es que no todo es así de rotundo y que hay que entender, aceptar y tratar de dar soluciones desde la colaboración y el compromiso social a esta situación indolora de puertas para afuera, aunque crítica y difícil de llevar interiormente cuando siempre parto de la base de que todos somos seres creativos y llenos de recursos.
La solución siempre parte de ti, de tus emociones positivas obsérvate que cuanto más generoso seas más regalos en forma de soluciones te vendrán si estás preparado y consigues entender la oportunidad. Entonces… ¿Y qué hay de nuestra inocencia?, ¿Dónde quedo?, ¿Qué emoción nos representa la inocencia?, ¿Y la capacidad de sorprender?, ¿Cuánto eres capaz de reírte de ti mismo?, ¿Qué nos podría ayudar a conectar contigo y los demás?
Y es que cuanto más veo y siento a los niños (por ejemplo mis sobrinos) más creo entender la solución de cómo hacer que nuestras relaciones interpersonales funcionen. Sólo hay que ir por la calle y verles bailar, cantar, jugar, crear, discutir… es más cuando me cruzo con ellos me dispongo a entrar en su actitud con mucha complicidad y ningún pensamiento saboteador ¿Cuál es su respuesta habitual? ¡Sorpresa ante la integración e improvisación de un adulto!
La inocencia bien entendida es una maravillosa representación de buenas actitudes en el ser humano cuando es dulce, tierna y sin falta de intención por eso yo os pregunto ¿Qué emoción nos provoca el dinero?, ¿Perdemos la inocencia ante él?, ¿Qué emoción eres desde la inocencia?
Estamos demasiado pendientes de no salirnos del rebaño. Al final es normal que los intereses que impregnan nuestra vida hagan de la inocencia algo peyorativo, cuando debiera ser un motor más, un importante motor para nuestro impulso personal, social y profesional.
ResponderEliminarSaludos!!
Buenos días Gabiprog,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, hemos de saber equilibrar nuestras fortalezas y desafios en nuestros contextos. Sabemos que no es fácil, pero si nos empeñanos en que sea de una determianda forma... (obsesión por ganar dinero o por alcanzarlo porque no se llega).
Es momento de soltar cadenas, caretas, clichés sociales que no nos convienen (y si sirvieron en algun momento dale las gracias al personaje)
Gracias por pasarte, me ha gustado!
Hay que ver que fácil es ponerse una careta, y lo que cuesta sacársela. Tanto que muchas veces se produce un "callo" que requiere una pequeña intervención. Muchas veces el temor al dolor, aún sabiendo que hay que sajar una herida para sanearla, nos impide avanzar. Otras es el puro costumbrismo y la comodidad de no querer ordenar con coherencia nuestra vida.
ResponderEliminarLa inocencia es un pago demasiado caro que no tendríamos que consentir. la cuestión es.. ¿Qué obtenemos a costa de perder la inocencia? ¿merece la pena realmente?. Necesito insistir en observar el mundo desde la inocencia, si el mundo fuera cuadrado nuestras cabezas serían cubos de Rubik y afortunadamente son de forma redonda jeje. Un beso
Buenos días, me encanta tu reflexión está llena de matices interesantisimos.
ResponderEliminarLa inocencia como tu dices es algo que hemos de incorporar en la acción como me dijo una buena amiga (gracias Paula) este fin de semana, hemos de ir del conocimiento a la sabiduria (ojo!, en la acción).
Redonda o cuadrada me gustan los colores del cubo de Rubik, asi que compartamóslo!
Besos y feliz navidad
Hola Diego:
ResponderEliminarInteresante reflexión. ¿Cuál es el precio por dejar de lado la inocencia? Creo que el posibilismo, el actuar con espíritu de balanza sopesando los pros y contras de las cosas que hacemos y lo que es peor, de las cosas que sentimos, de las emociones en suma.
El dinero o el afán por conseguirlo también está en los niños pero ellos lo quieren para comprarse chuches (que son como trofeos para ellos) o para pedir cosas imposibles que saben que no obtendrán. Nosotros, en cambio, lo utilizamos para cosas con menos inocencia y sólo para cosas que nos satisfagan necesidades reales o creadas.
La inocencia en los adultos es como un adorno exótico que nos ruboriza mostrar.
Un abrazo.
Buenos días y feliz navidad Josep Julián,
ResponderEliminarNuestro sopesador de cosas, creo que lo llamamos "saboteador" por no permitirnos SER PLENOS desde la inocencia.
Me gusta el sentido del humor por ejemplo que le pones a las notas, eso denota el sentido de JUEGO RESPONSABLE en la vida.
Gracias por compartir mis experiencias, mis ideas, mis utopias y mis sueños en 2009 y en lo que ahora vamos a disfrutar que es un AÑO 10!
Me gusta.Gracias.
ResponderEliminarGracias a ti!
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