Últimamente veo a bastantes personas con la excesiva preocupación de cómo encajar ¡no todas claro! Hablo de personas muy desnortadas, con unas prisas terribles, con máscaras que disimulan su verdadera autenticidad y vulnerabilidad.
Yo cuando era más joven hacía lo que hacen los niños: jugar a ser alguien que no eres. Después intenté controlar mi entorno desde la máscara del jefe. Ahora ya no me planteo si encajo o no, y me he librado de la esclavitud de desear que la gente piense que soy el mejor. ¿A qué baza quieres apostar tu vida?
Vivimos en la banalidad del resultado puntual que maquilla la hostilidad real de fondo. Las exigencias con uno mismo, las reglas y creencias limitantes te impiden manifestarte con naturalidad por mirar siempre en el ojo ajeno antes que el tuyo propio. Observo que falta el toque humano, el click humilde y bondadoso ¿Qué crees?
Hay muy buenos imitadores de los malos modos, de lo rápido, de lo que no cuesta esfuerzo, en cambio me encantaría que más personas y organizaciones se sumaran más al cambio de mostrar y apreciar los valores sociales como algo duradero que nos permita vivir con bienestar personal y social. ¿Hacia dónde vamos? ¿y todavía te preguntas porque no encajas?
Crecen los discursos en figuras sociales sobre el valor de las personas casi a la misma velocidad que el escepticismo, o lo que es su otra cara: el pesimismo. La realidad dice que hay más de 75.000 libros sobre estas actitudes vitales ¿Y con qué efecto?
Mucha comodidad frente a compromiso y no sólo en los jóvenes. Hay todavia mucha falta de integridad personal a través de la educación. El ejemplo lo tenemos que con los supuestos cinco millones de parados no es normal que se esté rechazando ofertas de trabajo que antes hubieran sido un sí fijo ante la comodidad de una retribución estatal. ¿Qué estamos haciendo para cambiar esta lacra?, ¿Así encajamos más unos con otros? ¿No sabes cómo hacerlo?
Te animo a que salgas a la calle con emoción positiva para desbloquear el carácter del sistema, las dificultades, la burocracia y los miedos para darte cuenta que es posible si lo sueñas, si te esfuerzas por conseguirlo. Yo recuerdo que en la infancia creamos nuestros modelos del mundo para hacer frente a las experiencias que más tarde apararecerian. Proyecta tu forma de encajar en el mundo y no al revés!
Hay muy buenos imitadores de los malos modos, de lo rápido, de lo que no cuesta esfuerzo, en cambio me encantaría que más personas y organizaciones se sumaran más al cambio de mostrar y apreciar los valores sociales como algo duradero que nos permita vivir con bienestar personal y social. ¿Hacia dónde vamos? ¿y todavía te preguntas porque no encajas?
Crecen los discursos en figuras sociales sobre el valor de las personas casi a la misma velocidad que el escepticismo, o lo que es su otra cara: el pesimismo. La realidad dice que hay más de 75.000 libros sobre estas actitudes vitales ¿Y con qué efecto?
Mucha comodidad frente a compromiso y no sólo en los jóvenes. Hay todavia mucha falta de integridad personal a través de la educación. El ejemplo lo tenemos que con los supuestos cinco millones de parados no es normal que se esté rechazando ofertas de trabajo que antes hubieran sido un sí fijo ante la comodidad de una retribución estatal. ¿Qué estamos haciendo para cambiar esta lacra?, ¿Así encajamos más unos con otros? ¿No sabes cómo hacerlo?
Te animo a que salgas a la calle con emoción positiva para desbloquear el carácter del sistema, las dificultades, la burocracia y los miedos para darte cuenta que es posible si lo sueñas, si te esfuerzas por conseguirlo. Yo recuerdo que en la infancia creamos nuestros modelos del mundo para hacer frente a las experiencias que más tarde apararecerian. Proyecta tu forma de encajar en el mundo y no al revés!
Olvida si tienes razón, descarta la estupidez humana y trata de ser funcional desde tu sencillez en lo que realmente eres bueno no tanto para encajar. Es fundamental saber en lo que eres bueno y en lo que no, para intentar mejorarlo. Muy poca gente es capaz de aceptarse como es. Yo tardé mucho en conseguirlo.
P.D. Me gustaría que dejarás tu comentario ahora para el intercambio de ideas. Es otra forma de crecer!
P.D. Me gustaría que dejarás tu comentario ahora para el intercambio de ideas. Es otra forma de crecer!
Diego, me gusta mucho lo que cuentas. Siempre que te leo aprendo algo y esta última vez la sensación ha sido muy curiosa. Es como si me estuviera leyendo a mi mismo, especialmente en el último párrafo. Como te comenté hace unos meses y me invitaste a esperar un mejor momento de tu agenda, el mes que viene te llamaré para hablarte de la asociación Esperanza Bipolar. Contar con una persona como tú sería un lujo. Enhorabuena por tu blog, me parece que tu asignatura debería ser obligada en todos los colegios. :)
ResponderEliminarGracias Alberto por tu visita y comentario.
ResponderEliminarQuizá hayas tenido esa impresión al sentirte plenamente identificado. Al fin y al cabo compartimos ideas, letras, conexión personal y visión.
Encantado de que me llames. Estaré el 13 y 14 en Donosti y el 20 y 21 en Bilbao.
Un abrazo y a por el día!
Hola Diego,
ResponderEliminarAunque me hubiera encantado conocerte esta semana, este 20 y 21 no podré ir a Bilbao. Sí que me sentí identificado con tus palabras, pero no es la primera vez que me pasa. Como tú bien dices, creo que compartimos ideas porque quizás hayamos compartido también experiencias. Te he dejado mi teléfono en Di-towanda para que puedas contactar conmigo la próxima vez que vengas por aquí. Que disfrutes mucho de tus actividades y de la gastronomía vasca. Un abrazo.
Gracias Alberto. Feliz día!
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